Biografía

TRANSGRESOR, PROVOCADOR Y DESCARADO

Su primera vez en un escenario fue a los seis años en un cabaret-show de Castelldefels, con un público que tenía entre 60 años y la muerte. El presentador de la gala pidió a un voluntario y, todos los dedos de la sala apuntaban a Gerard, y como no, él levantó la mano.

Te preguntarás: ¿Porque esta situación tan bizarra? Pues verás, su padre fue chofer de autocares, y durante los trayectos del Imserso traía a Gerard para que contara chistes y cantara, mientras él pasaba el gorrito (se ganaba mucha pasta). Podemos decir que su primer manager fue su padre, que lo explotó hasta que Gerard se dio cuenta que, en lugar de un autocar, sería mejor legalizarlo todo en un teatro.

Así pues, el día que se subió al escenario por primera vez, Gerard Borrell fue seducido por esa sensación y empezó a coquetear con la magia, el cabaret, el show, la comedia, el baile y hasta con los playbacks. Queriendo hacer él solo todo lo que vio ese día, para convertirse en lo que és ahora…un artista ambicioso y polifacético.

Empezó así una carrera artística formándose como actor en el “Col·legi del Teatre de Barcelona”, dónde pudo experimentar todos los tipos de sexo que puede llegar a tener el ser humano, todo con profesionalidad y desde la perspectiva del personaje, claro está.

Con ganas de aprender y dolor en los huevos se formó en una academia como especialista de cine, algo que hizo que esa molestia en los testículos cogiera otro matiz.

Más adelante, decidió formarse como actor de doblaje y, esta vez, la fatiga en la entrepierna le ayudó a modular su voz en un sinfín de registros.

Y lo de la magia…es un talento innato, pensad que Gerard viene de un buen polvo mágico (a base de pastillas, mucho amor... y huevos).

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